Invertir en bienes raíces es una muy buena idea cuando se busca obtener el mejor provecho de los ahorros y los recursos financieros familiares.
Desde el punto de vista económico, ¿sabías que adquirir bienes inmuebles es sinónimo de grandes ventajas y beneficios? Y no es necesario tener dinero de sobra para hacerlo sino simplemente, aprovechar algunas oportunidades que a veces, desconocemos que podemos tener.
Sí, te presentamos 4 ventajas de invertir en bienes raíces. ¡Conócelas!
Cualquiera recibe con los brazos abiertos una forma de tener ingresos extra, e invertir en bienes raíces te brindará esa posibilidad.
Al adquirir un departamento, oficina, local o casa, puedes optar por arrendarlo, lo cual se convertirá en una ganancia mensual fija que ampliará tu presupuesto familiar y tu poder adquisitivo.
Uno de los aspectos elementales que debes garantizar es la disponibilidad de dinero para realizar posibles reparaciones al inmueble y el equipamiento que tenga y amerite mejoras.
Eso sí, cuando se trata de arrendar, es necesario ser muy cuidadoso y garantizar que los términos de la negociación sean favorables.
Es por ello que en todo contrato de renta debes exigir un monto de depósito o prevención de daños.
En caso de que no quieras hacer negociaciones formales y duraderas, pero de todas formes necesites obtener ganancias de tu inmueble, puedes arrendarlo por lapsos cortos específicos, como los periodos vacacionales.
En la actualidad, sitios web como Airbnb te permiten enlazarte con viajeros y ejecutivos que puedan estar interesados en rentar tu inmueble para breves estancias en la ciudad.
En conclusión, invertir en bienes raíces te permitirá sumar un activo a tus finanzas, es decir, un elemento que te genere ingresos.
Muchas personas prefieren invertir en bienes de valor antes que ahorrar de manera tradicional, ya que los intereses de los bancos no siempre son tan atractivos e, incluso, en algunas ocasiones están por debajo de las tasas de inflación.
Sin embargo, no todos los bienes son una buena forma de ahorrar, pues algunos se deprecian de forma acelerada y otros exigen que destines constantemente dinero y atención a su mantenimiento.
Una muestra de ello son los autos, que pierden valor conforme se incrementa su kilometraje, así como también cada vez que salen modelos más nuevos al mercado.
Además, aunque tan solo los uses eventualmente, generarán gastos en combustible y mantenimiento básico como el cambio de aceite.
Con los inmuebles la situación es muy distinta, pues sus tasas de depreciación suelen ser mucho más bajas. De hecho, en algunas ocasiones son nulas y, por si fuera poco, también, muchas veces los inmuebles incrementan de manera sustancial sus valores con el paso del tiempo.
Esto pasa cuando se invierte en bienes raíces en lugares que aún no tienen un gran desarrollo urbano, pero que cuentan con una muy buena proyección a futuro.
De esta manera, cuando comienzan a aparecer nuevas plazas, centros comerciales, edificios, autopistas, colegios y comercios, el valor por metro cuadrado asciende en la zona y, en consecuencia, tu inmueble se vuelve más costoso.
Si quieres hacer inversiones que generen un gran retorno, también puedes optar por adquirir terrenos en zonas que puedan tener un gran potencial turístico en el futuro cercano.
Por ejemplo, las familias que adquirieron bienes inmuebles en Tulum hace 2 o 3 décadas vieron cómo estos duplicaron, triplicaron e, incluso, cuadruplicaron su valor a raíz del desarrollo turístico vertiginoso que ha experimentado esta localidad de la península de Yucatán.
Es cierto que otras inversiones pueden apreciarse tanto o más que los inmuebles. Entre estas se encuentran las acciones de empresas que cotizan en bolsas como la de Nueva York y la de Londres.
Seguramente has leído historias de inversores que adquirieron acciones de empresas emergentes de tecnología hace varias décadas, como Apple o Google, y hoy cuentan con millones de dólares de ganancias.
Sin embargo, la realidad es que se trata de casos puntuales, que no son el común denominador cuando se trata de inversiones en mercados bursátiles.
Así como puedes ganar mucho, destinar todos tus ahorros a las acciones de una empresa emergente también te puede hacer perder todo si esta no crece como se esperaba.
Por eso, este tipo de inversiones tan arriesgadas solo son convenientes para grupos económicos y empresarios con gran capital que pueden disponer de una cartera de colocación de dinero amplia, o para profesionales del mundo de las finanzas que realmente entiendan los complejos indicadores del mercado.
En cambio, para el ciudadano común que quiere optimizar los ahorros familiares sin convivir con un elevado nivel de incertidumbre, los bienes inmuebles son mucho más adecuados.
Adquirir un departamento o casa es una forma de incrementar el patrimonio familiar de manera segura y transparente.
Al hacerlo recibirás toda la documentación necesaria para avalar que se trata de una propiedad personal y, en consecuencia, no tendrás problemas para realizar múltiples movimientos y operaciones con esta.
Por otro lado, se trata de un patrimonio con carácter hereditario que siempre permanecerá en manos de la familia e, incluso, pasará de generación en generación.
¡Perfecto! Si leíste hasta este punto del texto, ya conoces 4 ventajas de invertir en bienes raíces.
Puede ser complicado contar con los ahorros suficientes para adquirir un inmueble pagando al contado. Por suerte, no es una mala idea que valores opciones de crédito o compres un departamento o casa con un porcentaje de pago inicial bajo.
Recuerda que este tipo de activos te permitirán generar ingresos y, además, pueden incrementar su valor con el pasar del tiempo, incluso a un nivel superior a las tasas de interés de los créditos y financiamientos.
Por supuesto, antes de adquirir un inmueble a crédito o con sistemas de pagos fraccionados con intereses, investiga muy bien sobre la localidad y su proyección y, también, determina cuál es tu capacidad de endeudamiento real.
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