La libertad financiera no es sinónimo directo de riqueza, más bien hace referencia a la posibilidad de mantener la estabilidad económica y de vivir con holgura, sin depender completamente de una determinada fuente de ingresos.
Para conseguirlo solo debes gestionar estratégicamente tu dinero y aplicar ciertos principios de coherencia económica. Te compartimos 5 valiosos consejos que te permitirán alcanzar este objetivo.
Tener un ingreso económico extra hará que no tengas que depender mes tras mes de tu salario fijo y así podrás tener un presupuesto extra dedicado a imprevistos, inversiones o ahorros.
Por ese motivo, resulta una muy buena idea que te propongas hallar una forma de generar ingresos extra, que sea flexible y que no sea un impedimento para seguir dando lo mejor de ti en tu trabajo principal y en otras facetas de la vida.
No es un secreto que el crédito es elemental en el mundo moderno. Hasta las más grandes empresas optan por financiamientos para llevar a cabo algunos planes y proyectos.
Sin embargo, es importante entender que optar por créditos de manera frecuente y sin planificación previa se traduce en una gran carga financiera que impide crecer y alcanzar la libertad que buscas.
Si has acumulado deudas al comprar con tus tarjetas de crédito, solicitar préstamos personales o tener esquemas de financiamiento como hipotecas, es momento de que te pongas al día de a poco.
Ordena tus finanzas, ten disciplina al administrar el dinero y empieza a saldar todas tus deudas para que en el futuro cercano no tengas cargas financieras que te impidan alcanzar la estabilidad.
Para reducir intereses y terminar de pagar cuanto antes, intenta no simplemente cubrir las cuotas mensuales, sino hacer desembolsos más elevados que representen un porcentaje significativo de las deudas totales.
Es importante tener claro que el mundo actual es muy cambiante, por lo cual nada se mantiene lineal. Es posible que un negocio que funciona muy bien ahora tal vez no sea tan rentable en el futuro, así como puede que la empresa en que labora un trabajador cierre de un momento a otro por crisis del entorno.
Todo esto nos dice que debes diversificar tus fuentes de ingreso. Además, conforme ganas dinero, distribuye el capital invirtiendo en diferentes áreas y alternativas. De esa forma, tendrás la garantía de que, si alguna de tus fuentes de ingresos falla o desaparece, tendrás otras.
Un error muy común es gastar exactamente la cantidad de dinero que ingresa al presupuesto familiar, e incluso más.
Por ello, independientemente de los ingresos, quienes tienen esta práctica viven con múltiples preocupaciones financieras y no tienen posibilidad de ahorrar ni de cubrir gastos inesperados.
Para que no cometas este error, calcula muy bien cuál es el nivel de ingresos familiares y establece un presupuesto de gastos que esté por debajo.
Lo recomendable es gastar un máximo de entre el 70 % y 80 % del dinero total percibido al mes (contando las diferentes fuentes de ingresos de la familia).
Si lo haces así, con el pasar del tiempo estarás destinando dinero que podrás dedicar al ahorro, a invertir o, simplemente, para cubrir futuros gastos de gran impacto, como la matrícula de la universidad de tus hijos.
Esto va más allá de no gastar todo el presupuesto familiar en compra de determinados artículos y servicios. Se trata de ser racional, analítico e inteligente desde el punto de vista financiero a la hora de comprar y consumir.
Además, conviene que priorices la relación precio-calidad, para que gastes únicamente en artículos que tienen costos accesibles y que a la vez garanticen resistencia, durabilidad y funcionalidad.
¡Ahora ya lo sabes! Si quieres alcanzar, de manera definitiva, la estabilidad y libertad financiera, sigue estos consejos. Así, podrás dejar a un lado los problemas de dinero y brindarles mayor bienestar y seguridad a los seres que más amas.