El mundo evoluciona de manera constante y cada vez más, impone retos mayores sobre todo, para los más jóvenes. Por ello, es muy importante trabajar en el fortalecimiento de los valores familiares para ayudarles a tener confianza en sí mismos, respeto por los demás y con ello, una mejor vida.
Precisamente por eso, en esta entrada quiero hablarte de algunas lecciones de vida que es necesario reforzar en tus hijos durante una etapa tan llena de cambios como es la adolescencia.
Nada describe mejor a un ser humano como su manera de comportarse. Por eso hay una frase muy popular que señala que la educación empieza encasa y que los hijos son el reflejo de sus padres.
De ahí la importancia de enseñar los buenos modales desde los primeros años de vida. Cosas tan sencillas como decir "gracias" o "por favor", a menudo quedan por fuera del léxico de los jóvenes y es, precisamente, porque no han tenido un refuerzo continuo sobre la importancia de tener buenos modales.
Entonces, acostúmbrate a usar estas palabras siempre, más aún cuando compartas con tus hijos. Son conceptos básicos que todos debemos tener y que, si los inculcamos desde temprana edad, con el tiempo se convertirán en parte de la vida cotidiana.
Uno de los valores familiares más importantes que existen es la honestidad. Nuestros hijos deben entender casi desde que nacen la gran relevancia de decir siempre la verdad y lo dañinas que pueden llegar ser las mentiras.
La mejor manera de inculcar un valor como este es con el ejemplo. Muéstrales siempre que deben esforzarse por hablar de una manera transparente y asumir las posibles consecuencias positivas y negativas de sus acciones o palabras.
Se trata de un valor que va unido al concepto de honestidad. Fomentar la confianza entre padres e hijos es crucial para poder propiciar la verdad en el hogar.
La adolescencia es una etapa sumamente complicada y los padres podrán entender mejor a sus hijos si hacen un mayor esfuerzo por empatizar con ellos. A fin de cuentas, todos también pasamos por esa etapa y nos tocó enfrentarnos a cambios que pueden ser muy difíciles.
Y, en este punto también entra en juego otro elemento fundamental: la palabra. Hay que trabajar mucho en el simple hecho de poder establecer una conversación con nuestros hijos que nos permita propiciar momentos de confianza y apertura.
Mostrar interés por ellos, nunca juzgarlos y siempre escucharlos es buen comienzo para fomentar la confianza.
El darles el poder y la seguridad de hablar y de expresarse libremente, siempre con respeto, les ayudará a defenderse, a tener coraje para aceptar los retos que se le presenten y la suficiente seguridad para transmitir a los demás sus ideales, aspiraciones y perspectivas.
En la vida uno de los valores más importantes es el respeto. Todos los seres humanos debemos ser cuidadosos con la manera de expresarnos sobre la vida de los demás, aunque no compartamos sus gustos o no estemos de acuerdo.
El respeto es la única forma viable de convivencia. Vivimos en una sociedad muy diversa, muy influenciada por los cambios tecnológicos, por la modernidad, por la libre elección de cultura, religión e inclinación sexual, y esas diferencias hay que aprender a respetarlas.
Eso sí, también implica cuidar de otros seres vivos; el cuidado de la naturaleza y los animales es uno de los principios que debemos inculcar a nuestros hijos cuando queremos fomentar los buenos valores.
Esto también lo propiciamos en nuestro entorno familiar, cuando demostramos tener una buena comunicación en casa, donde se piden las cosas con educación y se habla de una forma sana.
Por eso es tan importante cuidar las formas de expresión que utilizamos, porque muchas veces no somos conscientes de cómo nos expresamos.
A lo largo de la vida siempre nos vamos a encontrar con momentos de desacuerdo. Esto la mayoría de las veces desata un conflicto o discusión en el que cada parte defiende lo que considera correcto.
Es importante que puedas preparar a tu hijo para entender que los problemas siempre se pueden ver desde una perspectiva diferente y que mantener la calma en una discusión es fundamental para que la misma pueda llegar a un resultado positivo.
Enseña a tus hijos a controlar su temperamento, a mantenerse tranquilos cuando se tengan que enfrentar una situación de desacuerdo. De esta manera les estás ayudando a enfocarse en tener un buen comportamiento y dejar a un lado las emociones negativas.
Ser responsables es otro de los valores fundamentales para todo ser humano y que debe inculcarse en casa con la familia desde muy temprana edad.
Puedes empezar por asignar pequeños deberes en casa y, a medida que tus hijos van creciendo, también crecerán las responsabilidades que se les asignan.
Sin duda, esto también va relacionada con el hecho de ser honestos. Entender la importancia de decir la verdad nos ayudará a asumir nuestros deberes con valentía y a realizarlos a consciencia y con una buena voluntad.
¡Listo!
Si hacemos un resumen de esta lectura, podemos constatar la importancia de cada uno de estos valores y cómo cada uno de ellos es fundamental.
Los valores aprendidos durante la infancia y la adolescencia son para toda la vida y a medida que vamos creciendo vamos desarrollando nuestros sentidos y aprendemos a diferenciar lo correcto de lo incorrecto.
Por eso te invito a que intentes mostrar a tus hijos la mejor versión de ti, que puedas ser un padre ejemplar para ellos y que en un futuro cercano quieran imitar ese patrón de vida con el que crecieron y que los hizo personas de bien.
Si te pareció que este artículo fue de ayuda para ti y quieres aportar tus consejos sobre cómo imprimir valores en los hijos, comparte con nosotros tus sugerencias en la sección de comentarios, ¡nos encantará estar en contacto contigo!