La adolescencia es una etapa muy importante de la vida que conjuga el crecimiento físico, el aumento de las responsabilidades y el inicio de nuevos intereses sociales.
Aunque algunas personas relacionan este período con problemas, inestabilidad y rebeldía, esto no tiene que ser así, especialmente si te enfocas en comprender y apoyar a tus hijos para que logren alcanzar las metas que se planteen.
Todos tenemos sueños en la vida y los adolescentes aún más, por lo que darle la importancia debida a sus intereses u objetivos te asegurará una mejor relación entre ustedes.
Si en ocasiones no sabes cómo actuar o qué hacer frente a algunas de sus actitudes, te interesará conocer algunos consejos para ayudar a tus hijos a alcanzar sus metas, mantenerse enfocados y no desviarse en el camino.
¡Sigue leyendo! Y no te pierdas ningún detalle de los consejos que te ofrecemos a continuación.
De seguro esto no es nuevo para ti. Si tienes hijos adolescentes, ya sabes que uno de los principales desafíos es lograr mantener una buena comunicación con ellos.
En este punto, la confianza es fundamental. Óyelos y trata de entenderlos: no significa que no debas poner límites de respeto, pero procura que también exista flexibilidad y la oportunidad de expresar lo que sienten sin miedo. Si ellos no temen lo que puedas pensar, es más probable que te hablen con sinceridad.
Escúchalos detenidamente, conoce sus inquietudes, sus dudas, sus sueños o sus metas para que realmente sepas lo que quieren. De esta forma estarás fomentando el bienestar familiar.
Permite que vean en ti una persona en quien confiar y contar sus experiencias; y de esta manera lograrás una cercanía mayor que facilitará las cosas. Nunca los presiones para hablar, seguramente obtendrás el resultado contrario.
Muchas veces lo que para ellos es importante, para ti no lo es (y esto es totalmente normal). Tu experiencia te permite saber muchas cosas que ellos todavía no han pasado, pero esto no significa que debas burlarte o darles a entender que no es importante lo que ellos quieren.
Por el contrario, incentívalos a defender sus ideas y cumplir poco a poco sus metas, enseñándoles aquello que esté a tu alcance para que se les haga más fácil el camino. Demuéstrales que los valores familiares que les has inculcado son bases sobre las que pueden apoyarse para alcanzar las metas que se propongan.
Enséñales la responsabilidad, el cariño y el sentido de pertenencia que deben tener sobre aquello que quiere lograr, ya sea participar en alguna actividad, desarrollar una habilidad, mejorar su rendimiento escolar, ganar una competencia o cualquier otra meta que deseen alcanzar.
Un adolescente feliz, seguro de sí mismo y con sueños puede lograr grandes cosas. Trata en lo posible de demostrarle que su felicidad está primero que todo, mientras haga lo que le gusta sin dañar a nadie, lo disfrute y tenga las ganas, nadie podrá decirle que no puede alcanzar sus metas.
La inseguridad es un tema muy recurrente en los jóvenes, por lo que es bueno que fortalezcan la confianza en sí mismos y ayudarles frente a cualquier problema que les impida sentirse seguros, ya sea en un entorno, frente a ciertas personas o cualquier otra situación.
Aumenta su autoestima y mantén el interés recurrente por ello con tus hijos.
Recuerda que los hijos suelen copiar muchas conductas de los padres, por lo que es importante que aquello que predicas y que pretendes enseñarles, empiece por ti. Eres su mayor guía en este camino llamado vida, por lo que, si te contradices con tus acciones, puede que capten un mensaje equivocado.
Por ello, si motivas a tus hijos adolescentes a perseguir sus metas, asegúrate de que tú también lo haces.
Demuéstrales con tu ejemplo que todo se puede lograr con determinación, responsabilidad y pasión por lo que quieren. También puedes enseñarles de tus errores, para que eviten cometerlos y puedan eludir o afrontar los obstáculos para alcanzar sus metas.
Estar pendiente de lo que hacen tus hijos es para ellos sinónimo de apoyo. Sentir que te interesas por lo que hacen, lo que les sucede y lo que quieren, les da un gran impulso para seguir con sus sueños.
Mantente presente tanto en su escuela como en las actividades extracurriculares que deseen hacer, ayúdalos y no dejes que sientan una ausencia que pueda afectar su rendimiento en general o en su estabilidad emocional.
Involúcrate en su vida, pero dejándoles un espacio para ellos, sin que se sientan vigilados u hostigados. También, puedes organizar con ellos en actividades para padres e hijos que ayuden a fortalecer sus vínculos.
A veces se comete el error de querer imponer las ideas de los padres y se crea un ambiente de rechazo por parte de los hijos, lo que impide que desarrollen su criterio y responsabilidad.
Está en ti guiarlos por el mejor camino, pero a la vez dejar que cometan sus propios errores, dejar que tomen sus propias decisiones para que fortalezcan su independencia y asuman las consecuencias de ellas.
Nadie quiere que sus hijos se equivoquen, se desilusionen o que cometan errores, pero es parte del proceso de crecimiento para que vayan poco a poco forjando su carácter.
No olvides que como padre eres fundamental en el desarrollo físico y emocional de tus hijos, por lo que está en ti brindarles las herramientas que estén a tu alcance que los ayuden a lograr lo que tanto anhelan.
Celebra sus logros, anímalos y, si llegan a fallar, demuéstrales que se pueden levantar de nuevo. La adolescencia puede ser una etapa difícil de afrontar como padres, enfócate en motivarlos para alcanzar las metas y que tengan un punto de partida para descubrir lo que realmente quieren ser.
Ahora que llegaste hasta aquí, podrás poner alguno de estos consejos en práctica para mejorar tu relación con tus hijos. Si te gustó este contenido ¡suscríbete a nuestra newsletter para que no te pierdas otros contenidos interesantes para mejorar tu vida.