A lo largo de la historia, las supersticiones mexicanas han sido creencias vitales, y a partir de su repercusión, pudieron sobrevivir a lo largo del tiempo. Incluso, hoy en día, para algunas personas siguen siendo tan respetables como en la antigüedad.
Seguro en tu infancia también te enseñaron a evitar pasar por debajo de una escalera, a no abrir un paraguas en el interior de tu casa y ¡que ni se te ocurriera romper un espejo! Así fuera accidentalmente.
Las supersticiones son ideas opuestas a la razón. Sin embargo, a pesar de no tener una explicación lógica, les atribuimos una mágica.
Los mexicanos creemos en las supersticiones, ¡y no solo eso! También, las usamos para evitar la mala suerte y atraer la fortuna. Algunos incluso las utilizan como señales para participar en juegos y sorteos ¡y logran llevarse el premio mayor!
En este artículo te contamos las 10 supersticiones mexicanas más famosas y cuáles son sus orígenes.
Para los mazatecos, los arcoíris son una ilusión óptica creada por duendes. Por esta razón, si señalas a un arcoíris, les estarías faltando el respeto.
¿Cuál es la consecuencia de hacerlo? Como castigo, te crecerán verrugas en las manos.
Una de las supersticiones mexicanas más antiguas —proveniente de los tlaxcaltecas— argumentaba que las brujas hacían daño a los bebés al chupar su sangre, por lo cual se aconsejaba colocar unas tijeras bajo su almohada y un balde de agua bajo el marco de la puerta.
Para garantizar aún más su seguridad, una buena solución consistía en tirar sal sobre el techo de las viviendas.
Esta es una de las supersticiones mexicanas más famosas y que aún sigue vigente.
Como los bebés no cuentan con la fuerza suficiente para evitar las malas energías, se dice que es necesario colocarles una pulsera roja o un amuleto de ojo de venado: así, estos objetos actuarán como protección para evitar el mal de ojo.
Originaria de la época prehispánica, esta superstición mexicana aún se practica en nuestros días, ya que las madres y las abuelas siguen recomendando atar un pañuelo rojo sobre la cabeza de la mujer que acaba de dar a luz.
Al igual que en el punto anterior, este objeto servirá de protección para alejar las malas energías y evitar el mal de ojo.
Esta tradición de la cultura maya dice que si una mujer embarazada se expone a un eclipse solar, probablemente su hijo nazca con labio leporino.
Para ellos, esto se debe a que este tipo de eclipse representa un mordisco de la luna sobre la cara del sol, lo cual ocasiona su muerte.
¿Cómo proteger a la criatura entonces? Siguiendo la línea de los dos puntos previos, se aconseja que la mujer embarazada ate un hilo rojo a su vientre.
Esta es una de las supersticiones mexicanas que en nuestros días aún se sigue practicando: se dice que cuando tienes comezón en las manos, estás atrayendo a la buena fortuna, pero si te frotas, atraerás todo lo contrario.
¿Qué hacer entonces para no perder este buen presagio?
La solución para evitar que se aleje el dinero consiste en colocar una moneda sobre la palma de la mano y presionarla hasta que desaparezca la comezón.
Dentro de las tantas supersticiones mexicanas, existe la creencia de que si a un bebé se le coloca frente a un espejo, puede correr el riesgo de quedarse mudo o tener dificultades en el habla durante su crecimiento.
Esta creencia tiene connotaciones religiosas, pues se consideraba que a través de los espejos podrían ingresar espíritus malignos; los bebés, al contar con un alma más débil, se creía que quedaban más expuestos a estos males en relación con las demás personas.
Otra superstición mexicana la encontramos en los pueblos nahuas, quienes sostenían que las mujeres no podían mascar chicle durante su embarazo porque podían producir ampollas en los labios al bebé.
Desde la antigüedad, se creía que si una mujer embarazada paseaba por las noches, podría ocasionarle el llanto constante al bebé. Si el hombre era quien lo hacía, el bebé podía nacer con problemas en el corazón.
Pese al paso del tiempo, ambas supersticiones mexicanas siguen vigentes.
Desde épocas pasadas, se recomendaba que las mujeres que estuvieran menstruando no se acercaran a los panteones, ya que la presencia de la sangre podría atraer a los muertos.
Esto se debe a que el catolicismo consideraba a la sangre como una impureza del ser humano y, de mezclarse con la pureza de un panteón, podía atraer a las almas que ya descansaban.
¡Listo! Ya conoces las 10 supersticiones mexicanas más famosas y sus orígenes, varias de las cuales continúan hasta nuestros días.
Si tú también crees en las supersticiones y te has topado con alguna señal de fortuna, ¡pon a prueba tu suerte en tu día a día! Te sorprenderá lo mucho que puedes ganar.
Si no transmites 100 veces este contenido a tus amigos y conocidos, podrías tener muy mala suerte por un año... ¡Solo bromeaba! Pero, si te ha parecido interesante este artículo, ¡te invitamos a dejar un comentario!