Escuchar a los demás es más que importante para mantener buenas relaciones y convivencia con los demás. Además, ayuda a conocer las emociones y necesidades que se deben tomar en cuenta para mantener a la familia feliz. Sin embargo, puede ser todo un desafío para quienes no están acostumbrados a ponerla en práctica.
Pero, ¡no hay de qué preocuparse! Aquí estoy para ayudarte. En este artículo te contaré qué es la escucha activa, para qué sirve y, además, te daré algunos consejos que te ayudarán a ponerla en práctica. ¡Vamos!
Mucha gente, equivocadamente, cree que la escucha activa es lo mismo que simplemente oír. Esto no es así, pues requiere no solamente del escuchar para comprender y responder, sino de la capacidad de tomar una postura ante lo que se recibe, de tal forma que permita una verdadera conexión y confianza con el otro.
Entonces, para lograr diferenciar mejor la escucha activa de las demás, primero tenemos que conocer los tipos de escucha en sí mismos. Estos son:
Este tipo de escucha es aquella con la que se comprende al otro. ¿Cómo? Justamente centrando tu atención en quien está compartiendo su historia en lugar de en ti mismo.
Este tipo de escucha es aquella que se hace por mero placer, como cuando escuchas música o a un orador que te gusta mucho. También es común que se active en una ceremonia religiosa, donde los devotos van a escuchar la palabra por goce y apreciación de lo que se está diciendo.
La escucha comprensiva es aquella que aparece cuando estamos aprendiendo algo nuevo, ya sea una lección educativa, un podcast muy interesante o las noticias.
Esta última está asociada a escuchar para, luego, formular una opinión propia y, generalmente, una respuesta ante lo oído.
Un momento común en donde este tipo de escucha se despliega es, por ejemplo, cuando un vendedor intenta convencernos de algo, pues seguramente estaremos pensando cómo reaccionar.
Pero, entonces, ¿qué es la escucha activa exactamente? Algo muy cierto: está relacionada con la escucha empática.
Esta se utiliza para generar relaciones sólidas y comprender a colegas y amigos cuando comparten sus distintas situaciones. Incluso, también ayuda a desarrollar el sentido de empatía propio.
En resumen, la definición de escucha activa es escuchar para comprender lo que alguien determinado está diciendo. Con ella no se está pensando en qué responder, como podría ser en una conversación o un debate, simplemente le estás dando tu atención al otro, generando un momento especial e íntimo.
Claro está que, dependiendo de la situación, puede surgir quizás alguna pregunta que profundice el tema. Sin embargo, siempre estarán orientadas al otro y no a uno mismo.
Las características de este tipo de escucha son:
Entonces, si bien las características que definen este tipo de escucha no son nada del otro mundo, cuando uno no está acostumbrado a relacionarse así con los demás, pueden llevar un poco de tiempo desarrollar una buena práctica. Después de todo, la concentración, paciencia y empatía también pueden entrenarse.
¡Justamente practicando! Para eso, existen varias técnicas que, poco a poco, harán que internalices esta forma de escucha en tu vida. ¡Sigue estos consejos!
A veces, trabajar la paciencia y la contemplación puede ser algo que comiences haciendo en soledad, esto aumentará tus niveles de tolerancia y disfrute de cosas nuevas.
Para eso, puedes comenzar a apreciar con tranquilidad lo que te rodea en lugares abiertos, tales como tu casa o tu jardín. En este sentido, el Sorteo Tec Casa Hábitat tiene como premio un hogar perfecto para desarrollar actividades como estas que, además, evitarán los conflictos familiares.
Muchas personas están demasiado acostumbradas a opinar, pero la escucha activa se trata justamente de guardar silencio cuando corresponde.
Si el otro no se siente juzgado, será más probable que comparta lo que piensa de manera más abierta.
Otro mal hábito bastante común a la hora de escuchar es interrumpir constantemente. Esto es problemático porque, además, puede hacer que quien estaba hablando pierda el hilo, por lo cual se torna en un comportamiento muy molesto por parte del otro.
Además, si notas que la otra persona está tomándose un momento para encontrar las palabras correctas para continuar, sé paciente, no trates de completar sus frases.
Este tipo de escucha solo se da en los momentos indicados, no puede suceder constantemente porque, justamente, es bastante íntima. Por eso, trata de alentar situaciones tales como actividades en familia para divertirse.
Estos momentos son los que más se atesoran y los ambientes más propicios para abrir el corazón.
La comunicación se desarrolla de forma compleja y amplia, no se limita únicamente a las palabras o, incluso, los silencios.
Por eso, mantener el contacto visual o saber dar un abrazo cuando es necesario, es también parte de la escucha activa.
En resumen, la escucha activa puede mejorar muchísimo tu forma de comunicarte y relacionarte con aquellos que quieres, desarrollando además tu propio sentido de la empatía y la comprensión.
Si comienzas a poner en práctica estos consejos y ejercitar estas cualidades, verás que tus vínculos comenzarán a fluir de manera mucho más amena y cálida.
Si te gustó este contenido, entonces te invitamos a leer más acerca del bienestar familiar para que puedas seguir creciendo con tus seres queridos, ¡adelante!
METADESCRIPCIÓN:
La escucha activa es un recurso muy importante para poder generar vínculos sólidos y profundos con aquellos a quienes amas. ¿Quieres saber algunos secretos sobre ella?