Es fundamental crear un vínculo entre padres e hijos a través de actividades compartidas, ya que es en casa -donde muchos estamos ahora- el lugar donde se fortalecen el lenguaje, la comunicación y los valores.
Además, al pasar tiempo juntos, puedes hacer de la crianza de tus hijos pequeños, un proceso memorable y ameno para toda la familia.
Eso sí, para que esto se dé, lo ideal es que los padres dediquen algunos minutos de su día para compartir con sus hijos algunas actividades que, aunque son sencillas, pueden ayudarlos a construir una relación saludable y motivarlos a aprender.
Entonces, ¿quieres conocer 7 actividades para convivencia entre padres e hijos pequeños? ¡Continúa leyendo y descúbrelas!
Cuando le lees un cuento a tus hijos, estás contribuyendo a que desarrollen capacidades básicas para su aprendizaje, como creatividad, memoria, atención y socialización.
A través de las historias podrás enseñarles sobre sentimientos humanos, valores, responsabilidades, así como a fomentar su gusto por la lectura. Elige lecturas que tengan que ver con ello.
Ten en cuenta que para mejorar su aprendizaje y motivarlos, debes hablar claro, pronunciar bien las palabras y jugar con la entonación, sobre todo cuando se trata de niños muy pequeños.
Y si tus hijos ya saben leer, haz que lean un cuento para ti y luego conversa con ellos respecto al libro (cuál fue tu parte favorita, qué te pareció el final, por qué crees que es un buen libro). También hazles preguntas y deja que ellos te las hagan a ti.
Realizar las tareas de casa no tiene por qué ser aburrido o sinónimo de castigo, sino que puede convertirse en una actividad para compartir, de diversión y sobre todo de enseñanza, puesto que podemos transmitirle a los niños lecciones sobre la responsabilidad, el orden y la limpieza.
Si en la familia hay un "día de limpieza completo", involucra a tus hijos y hazlo divertido. Puedes hacerlo usando música mientras realizan las tareas, proponiendo una competencia o incluso usando disfraces de sus personajes favoritos.
Además, puedes enseñarles sobre materiales, texturas y objetos peligrosos que no es recomendable usar y por qué: la edad que tienen para manejarlos, algunas habilidades previas a desarrollar, grado de peligrosidad, etc.
Recuerda que estas actividades del hogar deben ser acordes a sus edades y capacidades: pueden comenzar con guardar sus juguetes, tender su cama, limpiar su habitación, separar la ropa limpia por dueño, hasta ir a tareas más complejas como lavar los platos, barrer o incluso cuestiones de lavandería o jardinería.
Todos en la familia deben pasar tiempo al aire libre para mejorar su sistema inmunológico, hacer ejercicio, tomar aire freso y divertirse haciendo actividades que no se pueden realizar —o son peligrosas— dentro de casa.
Algunas de estas actividades pueden ser:
Ten en cuenta que es importante que les comentes y recuerdes antes de cada salida las reglas de jugar al aire libre.
Tus hijos pueden acompañarte al supermercado o a la lavandería sin necesidad de que esto sea aburrido; pueden convertir esta actividad en algo divertido agregando conversaciones interesantes y preguntas respecto a lo que están haciendo o sobre posibles situaciones, como:
Además puedes motivar su pensamiento crítico, les podrás enseñar a comportarse correctamente en estos sitios y por qué no deben tomar ciertas actitudes.
La música es importante para la educación sensorial de los niños y permite el desarrollo de su inteligencia emocional, su percepción auditiva y la sensibilización motriz. Además, al cantar las canciones se estimula la memoria y el aprendizaje.
Esta es una excelente forma de que te hablen libremente de sus gustos y compartirles los tuyos, enseñarles diversos artistas y crear una lista variada que a todos les encante para colocarla en viajes familiares.
No solo se fortalece el vínculo familiar sino que además se evita el sedentarismo y mejora la salud de todos los integrantes.
Estas actividades para padres e hijos pueden ser ir de paseo en bicicleta, hacer excursiones por la montaña, practicar fútbol o básquetbol en familia o inscribirse en una competencia en la comunidad o en cursos de baile, entre otros.
El involucrar a tus hijos en las tareas de la cocina les permitirá aumentar su autonomía y confianza, mejorará sus habilidades manuales y motoras, aprenderán sobre la importancia de la vida saludable y los buenos hábitos, y los ayudará a prepararse para la vida adulta.
Ten en cuenta que las tareas que realizarán dependerán de su edad y capacidades. Pueden ir desde separar los alimentos por tipo (verduras frescas, latas, empaques, lácteos), arreglar la mesa y recogerla, hasta ayudarte a preparar la comida.
Además, mientras estén en la cocina les puedes preguntar y enseñar para qué es la tostadora, licuadora, horno, etc., darles consejos de seguridad y explicar por qué ellos no deben encenderlos. También aclararles por qué deben lavarse las manos antes de preparar los alimentos y por qué no deben quedar migajas en la mesa y cocina luego de comer.
¡Esto es todo!
Como viste, las actividades para padres e hijos no tienen por qué ser complejas, sino todo lo contrario, ya que pueden ser tareas que realizamos cotidianamente a las que solo hay que incluir un toque de paternidad, convivencia y juego para incluir a los más pequeños de la casa.
De esta forma, no solo podrán aprender sino que se sentirán más involucrados en la familia y más capaces en todas las etapas de su crecimiento.
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