11/01/2021 Sorteos Tec
Tiempo de lectura: 4 minutos
Y es que la distancia física puede convertirse, también, en distancia emocional, afectiva y comunicativa. ¡Eso es lo que necesitamos evitar! Sobre todo en estos tiempos de pandemia en los que es aún más difícil mantener las relaciones.
Aunque creas que tú y tus amistades nacieron unos para otros, vivir muy alejados, sin detalles, interacciones y elementos que cultiven la relación, puede conllevar una separación espontánea y eventual, que quizás ahora consideras inimaginable.
Si esto sucede, las consecuencias no serían nada positivas para tu vida. Los amigos son seres queridos y fundamentales, que te ayudan a ser feliz, divertirte, sentirte auténtico y disfrutar de bienestar.
Entonces, ¿de qué forma proteger, cuidar y mantener una amistad a distancia? ¡Lee hasta el final y descubre los mejores consejos para lograrlo!
Hoy más que nunca contamos con muchas opciones para comunicarnos con amigos y seres queridos que están en otras latitudes, como llamadas internacionales, chats instantáneos, mensajes privados de redes sociales, correo electrónico y videoconferencias.
Eso nos demuestra que el dilema no es disponer de recursos para comunicarnos, sino de encontrar aquellos que son útiles e ideales para los protagonistas de la interacción.
Tal vez a ti te resulte muy práctico hablar por medio de videollamadas, pero tu amigo del otro lado del mundo, que trabaja diez horas diarias en una cocina, no se puede dar el lujo de atender y concentrar toda su atención.
En ese caso, podrías optar por alternativas como WhatsApp y otros servicios de mensajería, que son muy flexibles y permiten escribir y dejar mensajes de audio para lograr mantener una conversación, aunque sea en tiempos distintos, cada quien cuando encuentre el momento ideal.
Las relaciones de amistad se fortalecen con los detalles, pues estos tienen un gran valor.
Y los detalles no son solo palabras ni el tiempo que se dedica a otra persona. También abarcan el factor sorpresa, y aquí entran en juego los regalos y presentes.
No se trata de regalar costosos bienes y artículos; lo central en este punto no es el dinero. Consiste en demostrar afecto y atención, cultivando la calidad de la relación.
Por ejemplo, si tienes un amigo en el exterior y es un gran aficionado del fútbol mexicano, puedes comprar en Internet una taza alusiva a la selección nacional para que la reciba de sorpresa en casa. Como ves, es un regalo económico, pero con un gran significado.
Sin duda, Internet y los medios digitales facilitan que podamos mantener estos bonitos gestos con nuestros amigos, aunque estos se encuentren a miles de kilómetros de nosotros.
Uno de los factores que alimenta la amistad son los intereses. Si analizas a tus amistades, verás que la gran mayoría concuerdan contigo en ciertos gustos, pasiones y preferencias.
Por ese motivo, aunque estés muy lejos de ese valioso amigo, no dejen de compartir intereses y hablar sobre aquellas cosas que a ambos les llaman la atención.
Por ejemplo, acuerda con tu amigo leer al mismo tiempo un determinado libro o ver la serie del momento, para luego comentarlos y compartir impresiones sobre estas obras y materiales.
Si cumples con este consejo evitarás que la relación se convierte en una de esas amistades sin tema de conversación, que se deterioran con el paso del tiempo.
Cuando los amigos están en una misma localidad, las interacciones son frecuentes. Además de hablar por mensajes y llamadas constantemente, se suelen reunir los fines de semana para compartir momentos agradables.
En cambio, cuando se alejan geográficamente, esta interacción constante se dificulta, pues cada uno tiene sus obligaciones y en sus tiempos libres hacen planes con personas con las que sí comparten un espacio físico o que tienen muy cerca.
No hagas un “drama” ni generes una discusión cuando tus amistades en el exterior no te llaman el fin de semana u olvidan enviarte un mensaje durante un par de días.
Al contrario, adopta una actitud comprensiva y evita sentir rechazo y otras percepciones negativas cuando suceda esto de forma eventual, pues es algo prácticamente inevitable, y en ocasiones tú serás quien olvide o deje de comunicarse por una u otra razón.
Muchas veces pensamos que nuestros amigos y seres queridos sobreentienden el afecto que les tenemos.
Sin embargo, si no se lo transmitimos de manera clara y con cierta frecuencia y, además, eventualmente tenemos comportamientos y actitudes que no los hacen sentir queridos, puede que dejen de percibir ese afecto único y maravilloso.
Este peligro es mayor si se trata de una amistad a distancia, donde las interacciones no son de suficiente calidad ni tan frecuentes como solían ser.
Tomando en cuenta esto, el consejo es claro: elogia a tus amigos y transmíteles palabras de afecto regularmente, para que no se pierda la fortaleza de la relación y del sentimiento mutuo de cariño, respeto, confianza y admiración. La distancia no es un justificante ni un argumento para expresar los sentimientos de amistad y amor.
Una amistad a distancia no significa que nunca habrá contacto y reuniones físicas. Eventualmente podrás viajar para ver a tu amigo o este regresará a la ciudad, aunque sea a pasar unos pocos días. Ya habrá tiempo una vez que esté bajo control esta pandemia.
Y precisamente, estos momentos de reencuentro son claves para cultivar la calidad de la relación y el afecto, así que, ¡aprovéchalos al máximo!
Cuando tengas la oportunidad de volver a ver a una gran amistad o de coincidir en una determinada ciudad o localidad, organiza tu agenda para que puedas compartir el mayor tiempo posible y haz planes originales y divertidos que hagan memorable la ocasión.
¿Te resultó útil lo que leíste en este texto? Tu punto de vista e impresiones son muy importantes, así que, ¡no dejes de escribir en la casilla de comentarios!
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