En pleno siglo XXI, en medio de una sociedad meritocrática y racional, la mayoría de las personas se resisten a creer en un concepto históricamente ligado a lo irracional y lo mágico, como lo es la buena suerte.
Sin embargo, recientes investigaciones sobre el tema sostienen que la buena suerte no es cosa del azar, sino del producto de conductas asertivas y pensamientos positivos.
En este sentido, para el psicólogo Richard Wiseman, académico de la universidad británica Hertfordshire, la suerte es una profecía autocumplida y no una interpretación a posteriori de nuestras acciones y, por lo tanto, una cualidad que se puede desarrollar.
La buena suerte, entonces, es el fruto de una actitud positiva frente a la vida que nos permite mantenernos siempre receptivos a las oportunidades que se nos puedan presentar a lo largo de nuestro camino.
En otras palabras, la mala o buena suerte es una cuestión de actitud y dependerá de lo que estés dispuesto a hacer cada día en tu vida para que esta te sonría.
Con esto en mente hemos elaborado el presente artículo en el que te vamos a contar cuáles son las características de los afortunados, por qué se dice que la suerte llama la suerte y las claves de la buena suerte.
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Los afortunados son principalmente personas que asumen riesgos y ven oportunidades, incluso en situaciones donde otros solo ven problemas o desgracias.
Podemos decir entonces que las personas que atraen la buena suerte son las que reúnen las siguientes características:
Esta premisa tiene una base psicológica y actitudinal, es decir, que cuando pensamos que tenemos buena suerte tomamos decisiones y asumimos actitudes que efectivamente nos llevan a ver y tomar las oportunidades.
Esto puede visualizarse, por ejemplo, en el mundo de las apuestas y lo que es conocido como la falacia del jugador, que consiste en pensar que al final la suerte lo equilibra todo.
Con esta premisa en mente, las personas que apuestan y ganan se comportan de forma cautelosa, mientras que aquellas que van perdiendo sienten que la suerte está en deuda con ellas y se arriesgan aún más.
En consecuencia, los que ganan son precavidos y continúan ganando, mientras que los que apuestan mal continúan perdiendo.
Es importante entender que el azar y la suerte no son la misma cosa. La suerte depende de nosotros en mayor medida y es un concepto mucho más amplio que el azar.
Las principales claves para acceder a la buena suerte son las siguientes:
Las personas con buena suerte basan su aprendizaje en la interacción y para ello empieza de a poco y aprovechan las oportunidades que se le presentan en la vida.
No se quedan en su zona de confort, se arriesgan y salen a la calle en busca de cosas emocionantes y oportunidades que le ayuden a cambiar y mejorar sus vidas.
Las personas desafortunadas, por el contrario, suelen quedarse paralizadas en su zona de confort y ven pasar a su lado las oportunidades sin siquiera reconocerlas.
Lejos de lo que algunos puedan pensar, la intuición no es magia o azar, es una experiencia en el área que llevamos guardada en nuestro inconsciente que nos ayuda a tomar decisiones acertadas. Las personas con buena suerte suelen dejarse llevar por su intuición.
El optimismo nos lleva a probar cosas nuevas, arriesgarnos y salir de nuestra zona de confort, abriendo a nuestro paso nuevas oportunidades de alcanzar el éxito.
Bien sea que creas o no en los amuletos, la suerte o las supersticiones, pensar positivo aumenta nuestra autoconfianza y nos lleva a fomentar una vida llena de magníficas oportunidades.
¡Llegamos al final!
Ahora que sabes las razones por las cuales creemos en la buena suerte, te invitamos a leer el artículo sobre tu número de la suerte: cómo calcularlo para que juegue a favor. ¡No te lo puedes perder!