Adolescentes rebeldes: 6 consejos para los padres

Sin duda, esta es una de las etapas más complicadas en los jóvenes, y de una manera o de otra, esto supone desafíos adicionales para los padres.

Sin embargo, esto no significa que un adolescente rebelde sea el fin del bienestar familiar ni mucho menos. Se trata de un problema que puedes resolver y gestionar inteligentemente si sigues los principios adecuados.

Precisamente, para que puedas ser feliz en casa y fomentes la sana convivencia, aquí te daré los consejos más efectivos para tratar con un hijo adolescente que experimenta una etapa de rebeldía.

¡Atención!

1. Mantén una comunicación abierta

Contrario a lo que algunas personas piensan, para ofrecer una buena educación a los hijos en casa no es necesario adoptar una actitud agresiva, regañona e increpante, y mucho menos si se trata de un adolescente rebelde.

Al contrario, uno de los grandes objetivos que debes trazarse es convertirte en el mejor amigo de tu hijo, y para eso necesitas mantener una comunicación abierta, amigable y cercana.

La idea es que te ganes su confianza para que te cuente sobre preocupaciones, desafíos y problemas típicos de la adolescencia que generan estrés e irritación en el carácter.

De esta forma podrás darle consejos oportunos y evitar que tome decisiones poco inteligentes que puedan tener un impacto negativo en su vida.

Eso sí, muchas veces llegar a este punto de confianza con un hijo adolescente conlleva un gran esfuerzo y trabajo, así que nunca tires la toalla y mantén siempre la actitud correcta.

Llegará el día en que tu hijo finalmente sentirá la necesidad de desahogarse, y verá en ti la figura ideal para hacerlo que, lejos de juzgar o increpar, comprenderá y apreciará.

2. Establece límites y consecuencias

Lo dicho anteriormente no significa que debas dejar a un lado la autoridad como padre.

Simplemente, en vez de tener una actitud hostil y esperar a que surjan los conflictos para regañar, establece límites y consecuencias desde un principio y dialoga sobre ello de manera natural y amigable.

En charlas cotidianas y momentos en que los ánimos están estables, háblale de forma calmada a tu hijo adolescente sobre las reglas que existen en la casa y las consecuencias negativas de no cumplir con las mismas.

Y es que la familia, como todo grupo social, necesita de normas claras y ciertos parámetros para garantizar la sana convivencia y la calidad de vida de los miembros.

3. Predica con el ejemplo

En la adolescencia, los jóvenes desarrollan en mayor medida el pensamiento crítico y son más proclives a juzgar cada situación en casa.

Por ese motivo, no cumplir con las reglas que tú mismo estableces será un error costoso que tu hijo percibirá y que podría utilizar como pretexto para cometer fallas.

Durante la adolescencia, los jóvenes necesitan tener buenas influencias en casa, que marquen la forma en que se comportarán cuando lleguen a adultez.

Además de no romper normas de convivencia, mantén la integridad en casa y aplica tus códigos éticos y morales en todo momento.

Y, en caso de equivocarte, como le puede suceder a cualquiera, reconoce el error frente a tus seres queridos y, de ser necesario, discúlpate.

4. Anima y aprecia a tu hijo

Sí, transmitir cariño a un adolescente rebelde puede ser complejo, ya que seguramente este querrá aislarse en su mundo y evitar las muestras de afecto.

Pero, sin duda, por un hijo vale la pena intentarlo todo, así que, ¡adelante! No ahorres elogios para tu hijo cuando haga las cosas bien y, en general, demuéstrale cuánto lo aprecias.

Además, en momentos difíciles para él, intenta darle ánimo, inspiración y motivación.

Esto, de a poco, puede lograr que tu hijo deje a un lado la actitud hostil y vuelva a ser cercano y amable con la familia.

Recuerda lo dicho sobre dar el ejemplo: si quieres que un adolescente rebelde te trate con amor, trátalo antes tú con amor.

5. No tomes decisiones importantes por tus hijos

La adolescencia es una etapa que todos recordamos por la diversión y, también, por lo problemáticos que éramos, pero también hay que mencionar que es un momento en el que tomamos muchas decisiones cruciales para nuestro futuro.

Es usual que, por temor a que sus hijos se equivoquen, los padres tomen decisiones por ellos, como elegir una carrera universitaria, por ejemplo.

Pero, la realidad es que no dejarlos tener iniciativa puede hacer que se sientan aún más estresados, por lo cual es menos posible que dejen a un lado la actitud rebelde para hacer planes verdaderamente positivos para sus vidas.

Tomando esto en cuenta, asesora y guía a tu hijo acerca de decisiones académicas y afines, pero deja que él decida. Dale la oportunidad de escribir su propio futuro.

Sé un compañero en vez de un juez que determine un “fallo” sobre su vida, y tu hijo adolescente te lo agradecerá tarde o temprano.

6. Evita comparaciones

No compares a un adolescente rebelde con un hermano, primo, amigo o familiar contemporáneo que sí tenga una actitud positiva y que, en teoría, se esté comportando mejor.

Esto, lejos de motivarlo a mejorar, puede crear recelos y generar aún más hostilidad en él. Siempre que corrijas a tu hijo enfócate específicamente en su vida y en sus acciones, sin contrastarlo con otras personas.

¡Muy bien! Si llegaste hasta este punto del texto, ya sabes de qué forma lidiar con un adolescente rebelde.

Es importante que comprendas que, al igual que tú, tus hijos no son perfectos, así que necesitas contar con tu apoyo y guía, incluso cuando no tienen la mejor actitud ante la familia.

Todo esto sin dejar a un lado la disciplina, como mencioné anteriormente, estableciendo reglas claras y explicando las consecuencias de no cumplirlas.

Entonces, en general, podemos decir que lidiar con un adolescente rebelde es un reto que conlleva autoridad, comprensión, paciencia, esfuerzo, seguimiento y, sobre todo, amor.

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