3/04/2023 Sorteos Tec
Tiempo de lectura: 4 minutos
Existen personas que tienen una carga más de autoconfianza que otros. Se trata de un ejercicio consciente, aquel que padece una carencia de esta naturaleza, puede reconocer su debilidad, controlarla y superarla.
En este artículo te contaré de qué manera se manifiesta la autoconfianza y cómo las personas pueden proceder para reconocerse en este estado y cambiar.
Se asegura que la autoconfianza es una de las emociones más frágil con las que cuenta el ser humano, pues incide en forma directa en la motivación.
Muchas oportunidades se han esfumado de las manos cuando está ausente la autoconfianza.
Pero actuar en consecuencia asegura que se corrija esta actitud para alcanzar logros significativos en la vida. Todas las personas pueden ser afectadas por esta situación pero al mismo tiempo, todas, tienen la capacidad en su propia voluntad de superarla.
A continuación, te mencionaré los “aes” de la autoconfianza y 5 ejemplos de casos:
La persona debe sentirse capaz de realizar ciertas actividades, que sus habilidades estén acordes con sus objetivos, que las funciones que ejecuta resulten útiles para otros, esa es la base de una acción basada en una sensación de autoestima que conlleva a cumplir los sueños.
Ejemplo:
Un niño puede presentar problemas de inseguridad, de no sentirse próximo al logro de sus objetivos, por lo tanto, lo que hace no es aceptado por los demás, lo cual puede revelar un sentimiento de incapacidad.
Proponerle una actividad en la que sienta todo lo contrario, podría ayudarlo a enfrentar ese estado de inseguridad que lo mantiene acorralado.
Los errores son de humanos, y por eso se concluye que las personas no son nada perfectas cuando deciden realizar cualquier actividad y esperan resultados a la altura de las expectativas que se han formado.
Pero no es un pensamiento perjudicial, pues hay que considerar que los errores son parte de un aprendizaje, en la medida que se cometen surge una oportunidad de cambio que permite mejorar la vida.
Ejemplo:
Si una persona llegara a utilizar una palabra no adecuada en su discurso, pero se da cuenta y rectifica, sin el miedo de aceptar el equívoco en público, hará que pueda centrarse mejor en la actividad que realiza, tratando de tener un mejor desempeño.
La necesidad de aprobación por parte de las demás personas podría desorientar a quien busca cómo quedar bien a la vista de todos. Esta situación de inseguridad tiende a traicionar las expectativas. Sin embargo, es posible regularla cuando se deja de sobrevalorar el propio desempeño personal.
Ejemplo:
La presencia de un individuo en un grupo al que se teme fallarle, por pensar que no ha actuado como se esperaba, es contraria a tener una actitud en la que estos temores se toman con normalidad.
Cuando se reconoce que nadie es perfecto, el hecho de tener autoestima implica el reconocimiento de fortalezas y debilidades en la personalidad. Pero son las debilidades las que concentran una mayor carga, pues a través de ellas se reflejan las fallas y el poco valor que en ocasiones se le conceden a las cualidades individuales.
Ejemplo:
Hay personas que tienen una buena capacidad para el trabajo y se muestran afables y tolerantes con sus compañeros. Pero en determinadas situaciones su orgullo no las hace reconocer sus fallas y crean un entorno en el que su actuación pervive a la defensiva.
Si llegaran a reconocer que también pueden ser proclives a errores, su actitud ante las circunstancias podría cambiar, ya que aceptarían que pueden intervenir esa realidad y cambiarla.
La experiencia de miedo trae consigo la querencia de emprender la huida. Salirse de la situación que afecta, impide el verdadero aprendizaje y el desarrollo de las capacidades.
Afrontar los miedos permite avanzar y que los nuevos temores sean asumidos con mayor autoconfianza.
Ejemplo:
El temor a hablar en público es un caso típico que refleja esta situación. Hay personas que sin haberse expuesto ante un auditorio descartan la posibilidad de poder desempeñarse con eficiencia.
Sin embargo, el solo atrevimiento de llevar a cabo esta actividad puede revelar sorpresa, debido a que al arriesgarse la persona reconoce su valor y autocontrol de sus acciones.
Se trata de tener una conducta por la cual se llegan a obtener resultados exitosos. Por supuesto, esta manera de afrontar una determinada situación puede también generar falsas creencias en las que se piensa que todo va mal y la persona se encuentra entrampada sin saber qué hacer, echándole la culpa a los demás.
La actitud más es saber identificar la situación que apremia y que corresponde exactamente a la persona, para poner el foco en las soluciones pertinentes.
Ejemplo:
En un área de trabajo pueda que no se entiendan bien los procedimientos, y haya algún empleado que se lo achaque al jefe diciendo que no sabe explicarse bien.
Sin embargo, otro empleado que reconoce que es así, procede de manera proactiva y le pregunta a su jefe mayores detalles sobre cómo realizar la labor encomendada.
Este último tiene más control de sí mismo y de la propia circunstancia laboral.
La Psicología entre líneas define la autoconfianza como “la confianza en sí mismo”. Igualmente, afirma que poseerla influirá en el sentimiento de utilidad de la persona.
En forma directa también involucra la visión que se tiene de su propia personalidad, asunto que se refleja en cada una de las actividades que se realizan.
Por ejemplo, atreverse a jugar podría revelar un signo de autoconfianza. El no verse como un perdedor con mala racha, sino como alguien que se corre riesgos, que afronta la vida, que acepta los desafíos, se entendería como una manifestación de confianza personal.
Siendo así, comprar boletos para sorteos es una opción interesante para medir el nivel de autoconfianza que se posee, y de la suerte, también.
Si te interesa conocer un poco más del tema, ¡no dejes de sobre la ley de atracción para que pongas en práctica nuestros consejos!
QUIERO SUSCRIBIRME A LAS ÚLTIMAS NOVEDADES
Deja tu comentario
Tu dirección de email no será publicada. Los campos requeridos están marcados con *